LA MARICONEZ ES MUY DIVERTIDA
Oí hablar por primera vez hablar de Bananarama hará unos seis meses, en Madrid, y escuché concientemente una canción suya hará unos cuatro como mucho. Y es curioso, porque cuando estos días decía a la gente que iba al concierto de Bananarama, todo el mundo (mayor de 25 años) sabía quiénes eran, y se quedaban de piedra al saber que aún estaban vivas. Pues así es, siguen en activo, y más activas que nunca. Como ya comenté en mi primer post en este blog, han sido banda sonora del verano 2006: su nuevo álbum, Drama, está llenito de joyas frescas superbailables. Para empezar, las condiciones del concierto ya eran ideales: entrada de 13 euros, con consumición incluida, a las 2.30 de la noche (!!), y acompañadas por la presentación de La Prohibida. Y ahí que fuimos, Sonia (la Bananarama despeinada), Xavi (la Bananarama rubia) y yo (la Bananarama morena), con un par de cervezas ya en el cuerpo a ver a esas dos divas (la tercera, la prófuga, ejerce de dj en locales alternativos) del pop británico. Y no nos defraudaron: el baile y la risas fueron ininterrumpidos a lo largo de la poco más de media horita (a nosotros se nos hizo muy corto, quizás fue más) que duró su fantástica actuación. Después de la entregada presentación de la Prohibida, que las estuvo vigilando atentamente desde el backsatge con esa sonrisa tan estirada que sólo a ella le queda tan natural, salieron dos bailarines muy sobreactuados e hiperactivos y ellas dos, Sara and Keren, dos mujeres fantásticas alrededor de los 40, vestidas con un pantalón y un top holgado, una de cada color (a la rubia le quedaba un poco de premamá), y con muchas ganas de marcha. Empezaron con "I heard a rumour", que iba acompañada de una coreografía muy básica a base de acercarse y alejarse rítmicamente las manos de la orejas (ahora ya sabemos de donde coge Alaska la inspiración para sus "coreos"), y nos hicieron saltar y bailar con un repertorio que combinó todos sus grandes éxitos, con nuevas bases más actuales y cañeras, con los dos singles del nuevo álbum, "Move in my direction" y "Look on the floor" (que cantaron como bis en plan colofón final). Los bailarines, también uno rubio y uno moreno, muy coherentes con la estética del grupo, se autoerotizaban a medida que bailaban frenéticamente, acabaron cogiéndose uno al otro por el paquete y besándose, mientras ellas estaban más por la labor de cantar y hacer coreografías más estándard, aunque no perdían ocasión para arrimarse a esos dos chulazos. Y, la verdad, qué diferencia con los Pet Shop Boys: en realidad, me di cuenta que muchas canciones son muy parecidas, en cuanto a sonido y melodías ("Cruel Summer" es tan PSB), pero ni comparación en ganarse al público; ellas eran pura simpatía y entrega. Sobretodo la morena: la rubia estaba más contenida, pero su amiga estaba desatada: no paraba de gesticular, de emocionarse con los bailes, de hacer caras superexpresivas y hasta lanzó patadas al aire (cosa que yo no veía desde la época Spice Girls); con sólo decir que acabó pateando el culo de un bailarín que se puso a 4 patas...La principal diferencia con los PSB son las letras: la canción más profunda que tienen es "Robert de Niro is waiting", pero nada mejor que auténtica frivolidad para bailar y reír como nunca: ¿no es una maravilla el teatral dramatismo de una letra como "guilty of love in the first degree" (culpable de amor en primer grado)? Cómo no conquistarnos con todos estos ingredientes... Y ya la guinda fue cuando ellas, con su marcado acento británico, nos cuentan que han estado una semana por Barcelona y han quedado encantadas, y que se pasaron por Sitges, donde hicieron nuevas "amigas"; y salen dos maricas que habían recogido en Sitges a las que les habían enseñado la coreografía correspondiente, y todos juntos (ellas dos, los dos bailarines profesionales y las dos ocasionales) acabaron bailando una especie de conga algo subida de tono en el escenario. Para qué contar más, sencillamente el concierto del año!
Afortunadamente, aún quedaba mucha noche por delante: y es que, como nos anunció La Prohibida, la Terremoto se disponía a hacer su primera sesión de dj en el Pop Bar, arropada por sus bailarinas, las FeldeneFlesh. Así que subimos al Pop Bar, que estaba lleno lleno, y nos pedimos otro cubata mientras esperábamos el comienzo del evento, que venía precedido por las propias palabras de la Terremoto en su blog: "en Razzmatazz de Barcelona intentaré hacer una Dj sesión junto a mis bailarinas. Pido disculpas por anticipado porqe soy una agregada cultutral". Se paró la música, y al son de la marcha de Star Wars, hicieron su aparición estelar las dos estrellas (La Prohibida y la Terremoto) y sus dos coristas. Imagínense a la Terremoto con una máscara de Darth Vader, su flor en el pelo y con una corista barbuda a cada lado. Después de que la Prohibida la presentara como "la virgen de la alegría", la Terremoto se hizo con el micro, que retendría durante toda la noche, se quitó la aparatosa máscara ("¡qué calor!") y se dirigió al público: "Bienvenidos a la primera vez de La Terremoto de Alcorcón en una cabina de dj! PORQUE NO SOMOS DJs!! La sala no se hace responsable de lo que pueda pasar aquí hoy. Déjamos el micro abierto para cualquier aportación. Hola antoñito". Y así empezó una fantástica sesión, comentada canción a canción por su protagonista, que no se si llegó a poner algún disco (suerte de las FelseneFlesh), pero que supo animar la fiesta como nadie, a medida que iba pillando una curda de campeonato. "Empezamos con una canción de una gran amiga nuestra, Samantha Fox, que se llama The Locomotion", a lo cual rectificó: "Ay, pues no, es Kylie Minogue", y siguió: "Se admiten peticiones, aunque no admitimos ninguna". Estuvimos bailando, bebiendo y riendo durante casi dos horas, fue sin duda la sesión más divertida a la que he asistido, animados todo el rato por vítores de la Terremoto tipo "Viva la violencia musical", o "Viva Melody, que ya es mayor" (después de lo cual acompañó a Melody con su De pata negra). Los cambios eran realmente radicales, por lo repentinos (más de una vez la dj gritó "Viva los cortes musicales!" para llenar el vacío silencioso que les quedaba entre canción y canción) y por el cambio de registro (por ejemplo, después de Fischerspooner, la Terremoto anunciaba "Cambiemos de tercio, volvamos a España", y pinchaba la gran Anoche me hinché). En cuanto al público, me quedo con la frase de Xavi. "La fiesta es tan maricona que no se puede ni ligar; nadie está por la labor"; lo que suele pasar, máxima exaltación, alguna marica salida de tono que iba con el pote de laca para aguantarse el tupé, nuestros amigos los dos feos que nos encontramos regularmente en todos estso eventos (Mar y Diego saben a quién me refiero, pues tienen fotos de ellos), alguna loca que le dijo a Sonia "Me encantan tus tetas", así, sin cortarse.. Vamos, la tónica habitual, lo que comentaba con el concierto de los PSB, que en estas situaciones etílicas siempre acabamos encontrándonos con personajes insólitos y situaciones absurdas. Lo mejor, tener a esas Estrellas a nuestro alcance, a dos pasos y al mismo nivel. La Prohibida estuvo toda la noche hablando con todo el mundo, y ahí que fuimos Xavi y yo a saludarla: yo soy menos ingenioso, tan sólo le di un par de besos de mi parte y de Topacio, mientras ella se retocaba los labios y el maquillaje con el kit que llevaba dentro del escote (me quedé fascinado cuando después de darle un beso, va ella y se saca un pintalabios de la teta y se retoca mientras charlamos); Xavi, en cambio, consiguió ruborizarla, le dijo que era un refrente como artitsta del siglo XXI y que a Boy George lo llevaba en la camiseta, pero a ella en el corazón, en plan Bustamante, ante lo cual La Prohibida se agachaba diciendo "gracias, gracias". En fin, un show magnífico que contó también con la interpretación en directo de Flash y del Con Loli, y que acabó pletórico con la Terremoto dedicando las últimas canciones (entre ellas, "Irresistible" de Estefanía de Mónaco) a la barra (que tan bien le habían servido los cubatas), felicitando a Catalunya ("Feliz cumpleaños Catalunya, que hoy es día 11") y pidiendo que le apagaran el micro ("Apagadme el micro que sino no callo"). Dimos un beso en los morros a La Prohibida para despedirnos, y le pedimos que volviera pronto: ella nos anunció que el día 5 estará en la sala Magic (que tenemos que averiguar dónde está). Así que con la coña la fiesta acabó muy tarde y nos fuimos más que contentos a la cama, de alcohol y de felicidad. Eso sí, la resaca en plena Diada valió la pena.
P.D.1: EL MUNDO ES UN PAÑUELO. Como era de esperar, nos encontramos con mucha gente: David el de la ortodoncia y su amigo Toño el plasta, al ligue de Bubblegum del concierto de los PSB, al feo y la fea, a un vendedor que me reconoció de la Roca Village (habíamos estado comprando ropa el pasado jueves y se ve que le pregunté si había lavabo)... Esto es lo que me descolocó más, pues encima nos ofreció un 30% de descuento en Nike a partir de ahora (Jordi, que se te ponen los dientes largos y hay que dosificar ese consumismo!).
P.D.2: DANCING QUEEN. Cómo he podido olvidar que en medio de la sesión dj apareció el bailarín rubio de Bananarama, que estaba más que bueno y que nos hizo babear a Sonia y a mí durante el resto de la noche. De hecho, al final nos cogió la típica manía persecutoria y le estuvimos siguiendo, al vez que maldecíamos a la guarra que se había ido con él para el backstage. Sonia y yo siempre quisimos ser esa guarra.
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1 Comments:
Tanta mariconería ya aburre chico, cambia de tema... la sala Magic está en el borne, ahí tocó Txus... Claro.. no te lo pierdas.
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