PRESS PLAY

No resulta fácil tener que alabar el talento de un músico que en lo personal te cae como el culo. Este es el caso que nos ocupa al hablar de Sean "P. Diddy" Combs, y de su álbum "Press Play" publicado el pasado mes de Noviembre. Tras cinco de años de silencio (ya nos hubiera gustado!), el rapero vuelve con un disco en solitario con un impresionante listado de colaboraciones, y que creo firmemente es la fórmula ideal para que no se le vaya en exceso la pinza. Diddy, según ha contado él mismo, se ha empapado de toda la música que ha escuchado en los clubes que ha visitado en los últimos años y todo ello ha marcado la evolución que se refleja en este disco cargado de buenos temas de soul, hip-hop, r&b y pop.

Como suele pasar con casi toda la totalidad de discos producidos por raperos, la duración del disco (ochenta minutos) se me antoja un tanto excesiva. Más si tenemos en cuenta que el comienzo del disco no es nada alentador. En los primeros temas como "We gon' make it", "The future" y "Hold up" nos encontramos con el Diddy más cansino y repetitivo. El mismo que te acaba sonrojando con su despotismo (no ilustrado) en el programa Making the Band de la MTV. ¡Pero milagro! A partir de la pista 6, se cumple lo que el artista "modestamente" nos había anticipado en entrevistas en las que avanzaba el concepto fundamental de su nuevo trabajo: le das al play y la música te atrapa en cuestión de segundos. Así transcurren felizmente los temazos "Come to me" (primer single, con Nicole Scherzinger), "Tell me" (segundo single, con Christina Aguilera), "Wanna move" (que D-E-B-E serlo, con Ciara, Big Boi y Scar) y "P.Diddy Rock" (de ritmo frenético, con Timbaland).

El disco te da un ligero respiro a partir de aquí hasta que vuelve el subidón con los temas "After love" (con Keri), "Through the pain" (con Mario Winans, que se convierte así en la mejor colaboración masculina del disco después de la de Timbaland), "Thought you said" (con Brandy, aka. Terry) y "Last night" (tercer single, con Keyshia Cole, y que cada vez me gusta más). Para finalizar, dos colaboraciones más: las de Mary J. Blige en "Making it hard" (no está nada mal por tratarse de dos "pesaos") y la de Jamie Foxx en "Partners for life" (ésta no mata, pero siempre puedes pensar en lo bueno que está Jamie).

Como conclusión, un muy buen disco de factura perfecta en el que celebro de nuevo las colaboraciones musicales, y un verdadero acto de fe, al reconocer que en este caso P. Diddy se ha ganado a pulso que salga en su defensa. Spooky.