¡CÓMO ESTÁ EL SERVICIO!

Esta semana Naomi Campbell ha cumplido la condena a realizar trabajos sociales durante cinco días llevando a cabo labores de limpieza en un garaje de Manhattan a orillas del río Hudson, tras haber sido declarada culpable por agredir a su ex-empleada chilena Ana Scolaviano a traición. Y es que Naomi, presa de un ataque de ira porque su asistente no le encontró un par de jeans (imaginad lo que debe ser encontrar algo en ese megaropero), golpeó por la espalda y en la cabeza con su teléfono móvil a la pobre chica. Para más inri, y como os podéis imaginar, el móvil de la diosa de ébano no es de los del programa de puntos de Movistar y contenía incrustaciones de cristales de Swarovski, con lo que abrió una pequeña brecha en la cabeza de la muchacha.

Lo más significativo, y a la espera de más imágenes (esperemos que en breve podamos ver a Naomi mocho en mano), fue la multitudinaria llegada de la supermodelo al trabajo, que llegó puntual a su cita con la fregona a las ocho de la mañana. Como una empleada más de Pilsa, Naomi lucía lo que parecían ser unos zapatos de Christian Louboutin y con un par de botas de trabajo colgadas de su hombro izquierdo (ver foto). El encargado del departamento de Sanidad, Albert Durell, señaló que Naomi "vino lista para trabajar. Tengo entendido que llegó con zapatos de tacón de aguja, pero se los cambió por sus botas de combate". Esto fue el primer día, el segundo se presentó directamente con abrigo de pieles... Spooky.