Año tras año voy confirmando que el primero de enero es un día nefasto. Segura- mente se debe a la carga simbólica que le atribuimos a lo que en realidad debería ser un día festivo ordinario: hacemos repaso del año que cerramos, nos aterrorizamos ante lo rápido que se ha consumido, analizamos cada una de las facetas de nuestras vidas esperando sentirnos plenos y realizados y, aunque queramos obviarlo, pagamos las consecuencias de la borrachera de un espíritu festivo algo contraproducente. Si a ese proceso reflexivo (más o menos conciente según la persona; más o menos intenso según el año) sumamos supersticiones, rituales varios, manías personales, anhelos, vacíos, cúmulos de expectativas... y una buena resaca (este año al menos me la he ahorrado), la fórmula es infalible: le exigimos demasiado a un solo día para que nos pueda responder y hacernos sentir bien. Y si, rizando el rizo, encima tienes mala suerte y topas con circunstancias adversas (como, por ejemplo, que tu propia familia, en este caso tu madre, te deje encerrado en tu propia casa y no puedas salir cuando te queda media hora para entrar a trabajar), se le añaden unos nervios y un estrés sofocantes a modo de terrorífica guinda a todo lo anterior. Además, más allá de tus experiencias más directas, enciendes el televisor y el año empieza con el atentado de ETA en la T4 y el ahorcamiento de Saddam Hussein. Desolador. Amargo y desolador.
Antropológica y sociológicamente, estoy convencido que lo de las fiestas navideñas y el fin de año tiene algún sentido colectivo de transición, de renovación cíclica, incluso de terapia y autoconciencia. Pero, no nos engañemos, el ejercicio de enfrentarse a uno mismo y al paso del tiempo de forma tan forzada y exigente por parte de unas machaconas campañas mediáticas y publicitarias desde mediados de noviembre acaba desgastando y a la vez erizando la sensibilidad a flor de piel, y quizás no para todo el mundo es un momento idóneo. Los ciclos vitales y personales distan a menudo de corresponderse con los astronómicos/religiosos o con los comerciales/publicitarios. Pero no todo va a ser malo, pues de hecho me siento bastante afortunado de trabajar en un día insulso como hoy: pura distracción que me permite despedir como se merece el 2006 y dar la bienvenida al recién estrenado 2007.
Adiós al 2006
Qué mejor manera para repasar el 2006 que desgranando su banda sonora: hemos confeccionado unas listas personales con nuestras 10 canciones favoritas publicadas y disfrutadas (y, en la mayoría de casos, bailadas) a lo largo de los últimos doce meses. Advierto que es una lista simbólica y breve, hemos tenido que sacrificar costosamente muchas preferencias. Ahí van nuestros TOPS, se puede clicar encima de cada canción para escucharlas:
TOP 2006, by SPOOKY
TOP 2006, by JARVIS
¡Feliz 2007!
Como regalo de año nuevo, haré un repaso de todas las novedades que nos depara el 2007 a nivel musical. Me he empapado de toda la prensa estatal y británica y he repasado todos los resúmenes de mis webs de cabecera, y parece que la racha prolífica de esta última temporada va a continuar a lo largo del nuevo año, circunstancia que nos encanta, aunque también será de agradecer algún mes más calmado para poder ir digiriendo y disfrutando a fondo todo lo nuevo habido y por haber, además de todas las adquisiciones de Amazon, que ya forman montañas en nuestros escritorios.
El mainstream internacional sigue alegrándonos con los ansiados (y esperemos que sonados) retornos de indiscutibles divas que han estado ausentes por motivos varios (enfermedad, maternidad, drogas y curas de desintoxicación...). De momento, como aperitivo, en enero se publican los cd+dvd en directo del "Showgirl Homecoming Live" de Kylie y del "Confessions Tour" de Madonna. En el primer caso, la australiana celebra su retorno por todo lo alto editando el directo de sus conciertos de regreso en Australia después de superar un cáncer de mama. Da gusto verla tan guapa con el pelo corto y tratando el tema con tanta naturalidad y sencillez, no como la pesada de Anastacia, que vivirá el resto de sus días gracias a la tajada comercial que le está sacando al cáncer. El directo de Kylie es el anticipo del esperado regreso al estudio y la publicación de un nuevo álbum previsiblemente en verano u otoño. Hay medios que aseguran que si el 2006 fue el año del reinado de Madonna, en el 2007 la reina será Kylie. Respeto a Madonna, se vuelve a encerrar en el estudio con Stuart Price para preparar nuevo álbum en la línea del magnífico "Confessions". Además, también están gestando su vuelta otras estrellas pop como Whitney Houston y Michael Jackson, ambos arropados por DjPremier y por especuladas colaboraciones con Janet, Mary J. Blidge o Missy Elliott .Hasta se comenta que Diane Warren está escribiendo canciones para un posible nuevo disco de Cher (!!). Por el momento, el año lo abrirán Beyoncé con la BSO de "Dreamgirls", adaptación cinematográfica del musical de Broadway de los 80 basado en la carrera de Diana Ross & The Supremes que duró apenas un mes por desavenencias con la Ross, y Jennifer López, que después de ser mamá publica en febrero un álbum íntegramanete en castellano, cuyo primer single, aunque esté creado junto a su insoportable marido Marc Anthony, no defrauda.
Quiero dedicar un párrafo a ese icono posmoderno llamado Britney Spears. Después de dar a luz a dos retoños en menos de dos años y divorciarse definitiva y acertadamente de ese plasta de bailarín de tenía por marido, Britney se está rehaciendo gracias a la íntima amistad que ha entablado con Paris Hilton. Es entrañable ver como las amigas se ayudan en los malos momentos, aunque su amistad se haya basado en correrse unas fiestas salvajes y continuas. Hasta el punto que el hecho que Britney y Paris hayan sido pilladas en algún callejón borrachas perdidas cantando el himno asturiano ha dejado de ser noticia. Digamos que La Heredera ya estaba más hecha a este tipo de situaciones, es Britney la que se está soltando la melena descaradamente y aprendiendo rápidamente de Paris. El problema es que su vida no ha seguido ningún orden: estrella internacional a los 17, virgen declarada hasta que topó con Justin Timberlake, conversa al erotismo en su tercer disco, mamá jovencísima a los veintipocos y fiestera despechada a los veintitantos. Es un ir y venir entre el tradicionalismo más yankee y el libertinaje desenfrenado de una vida de estrella, hasta que ha acabado enseñado el coño a todo el planeta (mientras Paris permanecía al volante orgullosa que su nueva best friend haya aprendido tan bien eso de no ponerse bragas ni para los entierros). Total, que esperemos que estas idas y venidas se encarrilen hacia un retorno magistral en el mundo musical. Se anuncia disco para otoño. Crucemos los dedos. En un plano más indie, al menos por lo que respeta en este país, pues en UK siguen siendo estrellas superventas, los grandes del Brit Pop de los noventa siguen en activo: Brett Anderson anuncia disco en solitario para principios de año, Jarvis Cocker irá editando singles de su disco homónimo publicado el pasado noviembre (está teniendo un considerable éxito y muy buen aceptación por las críticas), Oasis presumiblemente también está preparando nuevo disco y Blur vuelve. Sí, Blur vuelve, y parece que todos juntitos, con Graham en las guitarras de nuevo. El pasado domingo The Sun anunciaba que ya está acordada la vuelta a los estudios del grupo al completo, para cuando finalice la gira del nuevo grupo de Damon junto a Paul Simonon de The Clash: The Good, The Bad and The Queen (cuyo disco sale el 22 de enero). Blur pretende grabar el álbum definitivo, con el fin de poner un broche de oro al final del grupo y acabar así como Dios manda. Más allá de estos pesos pesados británicos, muchos de los grupos de la explotadísima y sobrevalorada nueva ola rockera preparan nuevos trabajos: Kaiser Chiefs, Arctic Monkeys, Kasabian, Arcade Fire, Bloc Party, The Bravery, The View, The Shins, Klaxons, The Thrills, The Raconteurs... La lista es interminable, y la mayoría de ellos aburridísimos y repetitivos, así que hay que sabes seleccionar, pues sí es cierto que existen algunas joyas: por mi parte, me quedo con Arcade Fire, aunque la verdad es que aún me queda mucho por escuchar de todos ellos, a lo mejor descubro algunos otros que me interesen.
Aquí en España, el panorama es bastante alentador: se esperan novedades de Chico y Chica, Nancys Rubias, Astrud, Ellos, Sidonie, La Prohibida... y el eternamente anunciado segundo disco de La Casa Azul. Todos mis grupos fetiche preparan nuevos trabajos, y a eso añadamos los singles que periódicamente irá extrayendo Fangoria de "El Extraño Viaje", que se preveen bastante interesantes pues incluirán canciones inéditas como caras b. Con este calendario, el Dancing Queen de este año puede tener un cartel de infarto. En la faceta más comercial, Marta Sánchez, que a veces se regodea demasiado en su cutrez pero a veces toca el cielo, anuncia álbum producido por Carlos Jean para la primavera. Y, bueno, a Spooky puede ser que le caiga un regalo de Mónica Naranjo, aunque en realidad teme un poco lo que pueda llegar a hacer esta mujer, que es una estrella como la copa de un pino, y como tal está algo ida.
A todos estos discos destinados a ser escuchados tranquilamente en el sofá de casa, en el Ipod por la calle o bailando en cualquier jolgorio, se le sumarán los conciertos correspondientes. De momento, los colaboradores de este blog ya tienen bajo buen recaudo las entradas para ver a Beyoncé el 27 de mayo en el Palau Sant Jordi. Y es que Barcelona seguirá siendo lugar de paso obligado para muchos artistas internacionales y foco de creatividad para otros tantos nacionales, además de sede de los rigurosos festivales de moda (Summercase, Primavera Sound, Dancing Queen...). Ya en enero nos visitan legendarios como Redd Kross o Europe (!!). Pero también vendrán bandas más actuales como las Scissor Sisters. Y con un poco de suerte hasta los World Tour de Janet, Gwen o Kylie tendrán a bien de hacer una paradita en la Ciudad Condal, aunque quizás eso ya sea pedir demasiado. Así que nos quedaremos con las giras de algunos queridos más cercano como Fangoria y cía. Y siempre nos quedarán la Terremoto y La Prohibida, que no creo que tarden en volver a asomar sus pelucas por aquí.
Bueno, si estabais deprimidos y desanimados (como yo), espero haberos alentado a vivir de lleno este 2007, hay un poco para todos los gustos, más lo que no he puesto por olvido, desconocimiento o simple desinterés. Así que, una vez más, ¡Feliz 2007!